¿Se pueden asignar 1.700 millones de dólares para impulsar la industria de vehículos eléctricos en ocho estados de EE.UU.?
El jueves, hora local, la administración Biden anunció que asignaría 1.700 millones de dólares para ayudar a los fabricantes de automóviles a completar renovaciones y ampliaciones de fábricas para impulsar la industria de vehículos eléctricos de Estados Unidos.
La secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer Granholm, dijo en una conferencia de prensa que la política es un sello distintivo de la estrategia industrial de la administración Biden, que está diseñada para promover la fabricación nacional y atraer o alentar a las empresas a trasladar sus líneas de producción a Estados Unidos, creando así empleos y promoviendo el crecimiento económico.
Casi 2.000 millones de dólares cubrirán los estados en disputa de Michigan, Pensilvania y Georgia, y se expandirán a Ohio, Illinois, Indiana, Maryland y Virginia, por lo que es parte de la estrategia de campaña de Biden. La Casa Blanca está cortejando a los trabajadores de los estados clave en disputa y tratando de tranquilizar a los trabajadores del sector automotor de que los autos eléctricos no eliminarán puestos de trabajo.
Biden señaló que al invertir en la economía de energía limpia, no solo se proporcionan miles de empleos bien remunerados para los trabajadores del sector automotriz, sino que también ayuda a la industria automotriz a actualizar la tecnología y reiniciar las operaciones en plantas y comunidades existentes: una situación en la que todos ganan.
Según el gobierno estadounidense, los proyectos han creado unos 2.900 nuevos puestos de trabajo y han salvado 15.000 puestos de trabajo que de otro modo se habrían perdido. Entre las empresas que reciben subvenciones se encuentran importantes fabricantes de automóviles como Fiat Chrysler, General Motors y Volvo, así como varios proveedores de piezas de automóviles.
Harley-Davidson recibirá 89 millones de dólares para ampliar una planta en York, Pensilvania, que fabrica motocicletas eléctricas, y Volvo Group recibirá 208 millones de dólares para modernizar tres plantas que fabrican Mack y otros camiones pesados.
Sam Abuelsamid, experto en vehículos eléctricos de la firma de inteligencia de mercado Guidehouse Insights, cree que la mayoría de estas plantas corren el riesgo de cerrar sin una inyección de fondos federales.